Deportes
El Sporting Riazano baja los brazos
La despoblación se deja ver en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana y, por supuesto, también se hace presente en aquello que decían que era “lo más importante entre las cosas sin importancia” mítica frase en referencia al fútbol que ha sido atribuida tanto al Papa Juan Pablo II como al entrenador italiano Arrigo Sacci, o también al exjugador del R. Madrid, Valdano. Las políticas públicas que esta tierra ha sufrido han llevado a sus habitantes a tener que realizar una “migración blanda”, una fuga de talento ligeramente temporal. Lo han tenido que hacer para formarse quiénes querían realizar estudios postobligatorios y también quienes no encontraban acomodo entre las opciones laborales que existen en esta tierra. Los que tuvieron suerte, pudieron volver. Indistintamente del motivo, esa cohorte de edad, inmersa en la etapa formativa (o de “buscarse las papas”), deja de estar presente en la vida diaria de nuestros pueblos. Muchos de ellos vienen los fines de semana. Los más lejanos, a veces simplemente una vez al mes. En cualquier caso, prácticamente todos los pueblos sufren lo mismo: cada vez hay menos jóvenes para practicar el balompié.
Visitando muchos de estos pueblos podemos ver praderas donde antes rodaba la pelota y hoy hace años que no son acariciadas por ningún balón. En otro tiempo estas praderas fueron escenarios donde se urdieron las más feroces "batallas" entre chavales. Algunos campos vieron levantarse trofeos y otros simplemente pudieron conformarse con la ilusión de tener un grupo de jóvenes unidos por una misma causa. Cientos de microhistorias entretejidas que narran la historia de nuestra comarca, de sus antiguas fiestas patronales y otra forma más añeja de celebrarlas. De las pasiones y pasatiempos de otro tiempo. De aquello cada vez queda menos. Hoy en día podemos ver únicamente praderas desangeladas donde, por su desuso y abandono, entre la maleza únicamente se yerguen solitarios y blanquecinos postes que otrora fueron porterías: Fresno de Cantespino, Boceguillas, Alconada, Campo de San Pedro, Bercimuel, Casla e incluso Grado del Pico, han sido alguno de los pueblos que entre los 70 y los 90 llegaron a tener equipo de fútbol, jugando competiciones más o menos regulares. De ello sólo queda hoy la memoria que evoca alguna foto en la que aparecen chicuelos con calzonas cortitas; de aquellos coliseos que se abarrotaban de espectadores aún quedan rescoldos de lo que en otro tiempo no muy lejano eran campos para el balompié. Pero también las briznas de hierba de sus praderas fueron testigos del germen de una nueva España, en la que se levantaba un incipiente hálito de igualdad de género, donde las muchachas reclamaron por primera vez su espacio vistiéndose de 'sport'; algo impensable y rompedor años atrás.
En cualquier caso, las causas de la progresiva desaparición del balompié en nuestra comarca son muchas, y de ellas, la despoblación es la más decisiva. No obstante, también una mayor burocracia ha limitado el número de equipos, teniendo que hacer viajes más largos para jugar, lo que implica un mayor desembolso económico en los desplazamientos y una mayor inversión de tiempo. Este asunto preocupa especialmente a los jóvenes que ven como un partido en la tarde del fin de semana les obliga a invertir prácticamente la totalidad del día. También han disminuido los patrocinadores de los equipos, bajando los ingresos de los clubes. Esto se da a la vez que el fútbol comienza a adoptar en sus entrañas, dentro del propio fútbol formativo, un consumismo feroz: chaquetones, chándales, sudaderas y polos de paseo, equipación de entreno y de juego, zapatillas de multitacos, de tacos de césped natural y otras para artificial seco, sin contar con unas botas especiales para terrenos singularmente húmedos, todo esto obviamente personalizado. Son dinámicas que afectan a los bolsillos de los deportistas y sus familias, que cada vez se acercan más hacia deportes individuales (e individualistas).
En cualquier caso, el triste asunto que nos compete es que el Sporting Riazano de la Primera División de Aficionados de Segovia dejará de competir esta temporada. El club ha tomado la determinación de retirar al equipo. Además, debido a la sanción administrativa que acarrea esto, también dejará de competir durante un tiempo. No es una sanción aplicable a las categorías menores, pero el club si tendrá que hacer frente al pago de una multa económica importante. El equipo senior venía arrastrando problemas desde el inicio del campeonato. A menudo no lograba reunir suficientes futbolistas como para presentarse a los trece partidos que llegó a disputar, jugando a menudo sin suplentes. De esas trece jornadas disputadas, en Villacastín presentó únicamente siete jugadores, llegando incluso a disputar algún partido con un jugador de campo como portero, con infausto resultado. No llegó a conseguir ningún punto en estas trece jornadas. Durante todo este tiempo la plantilla siguió pensando que este número bajo de jugadores disponibles sería algo circunstancial, pero en la jornada 14 el equipo tomó la decisión de no seguir compitiendo esta temporada. Y presumiblemente, debido a la sanción, tampoco podrán hacerlo durante las dos próximas temporadas. Actualmente sólo representan a la comarca como equipos senior el Sporting Riazano Femenino y el CD Prádena.