Las hogueras de San Juan dan inicio al comienzo de verano

Dicen que es una noche mágica. Hay quien asegura que se deben escribir en un papel los malos pensamientos y lanzarlo a las llamas ese día; otros, quemas los trastos viejos; saltar por encima de las llamas es también una costumbre muy arraigada…
Pero la noche de San Juan no solo se limita a los rituales de fuego y hierbas. Para muchos, la noche más corta del año es algo especial. Una fecha señalada que marca el inicio del verano, a pesar de que oficialmente ya lo hizo el 21 de junio. En torno a esta fecha niños y jóvenes ya han finalizado el curso, muchos de nuestros pueblos dan la bienvenida a los veraneantes, y las idas y venidas de la gente empieza a ser constante.

Nuestra comarca no es ajena a este día (o mejor dicho, a esta noche), y más de uno de los pueblos del Nordeste van acumulando durante todo el mes de junio materia prima para ir alzando las hogueras que arderán según se vaya acercando la noche. En muchos sitios, se hace reparto de chocolate para los asistentes, incluso los vecinos se juntan a cenar para festejar este día.

Riaza, por ejemplo, concentra en sus hogueras distribuidas en distintos puntos del pueblo a muchos vecinos para contemplar las llamas, que incluso han estado acompañadas por el son de las dulzainas. En Grajera, sus habitantes se reúnen en la plaza para cenar todos juntos, y en Ayllón, es tradición ver cómo los más atrevidos se lanzan sobre el fuego en una especie de competición para ver quién llega más lejos. En cualquier caso, se trata de una manifestación muy arraigada, cuyo principal atractivo es la reunión de quienes asisten a este espectáculo, manteniendo viva esta costumbre.