Rafa Dedi: la voz poética del nordeste segoviano que dignifica lo cotidiano

Con motivo de la publicación de su Antología Poética, nos acercamos a la figura de Rafael de Dios García, conocido en el mundo literario como Rafa Dedi, poeta y actor nacido en Riaguas de San Bartolomé en 1957, quien nos habla sobre su trayectoria literaria y su relación con la poesía.

Al preguntarle sobre qué le ha motivado a publicar esta antología poética después de una extensa carrera literaria, el autor segoviano explica que tras más de cuatro décadas escribiendo, sintió que era el momento adecuado para reunir lo más significativo de su obra en un solo volumen. Para él, este compendio representa un diálogo entre el pasado y el presente, una manera de dar nueva vida a versos que han acompañado distintas etapas de su existencia.

"Cada poema es un reflejo de mis inquietudes, de los paisajes que han marcado mi mirada y de las emociones que han dado forma a mi escritura", nos confiesa Dedi, quien añade que "la poesía es un puente entre tiempos y sensibilidades, y esta antología busca ser un espacio de encuentro entre quienes han seguido mi trabajo desde hace años y quienes lo descubren ahora".

El paisaje castellano como musa

Sobre la influencia del paisaje castellano y la vida rural segoviana en su creación literaria, el poeta nacido en Riaguas de San Bartolomé nos comenta que han sido una fuente inagotable de inspiración. Crecer en su pueblo natal le permitió desarrollar una sensibilidad especial hacia la tierra, sus ciclos y su gente. Destaca cómo la vida rural segoviana le enseñó el valor de la sencillez y la resistencia, y cómo la historia de los pueblos, las voces de sus habitantes y la huella del tiempo en sus calles y campos son elementos que han dado forma a su poesía.

"Escribir sobre ellos es una manera de preservar su esencia y de rendir homenaje a la vida que se desarrollaba y se desarrolla en estos rincones de España", afirma con nostalgia.

Al abordar su evolución desde el periodismo como corresponsal de El Adelantado de Segovia hasta la poesía, Dedi manifiesta su preferencia por la creación literaria, donde la palabra no solo informa, sino que sugiere, evoca y emociona. En su opinión, en la poesía el ritmo, la musicalidad y la carga simbólica de cada término adquieren una relevancia que va más allá de la mera comunicación.

"Escribir poesía es un proceso de liberación, una forma de jugar con el lenguaje sin las restricciones de la objetividad periodística", asegura el poeta segoviano.

Respecto a su obra "Poemas a las cosas", donde otorga protagonismo a objetos cotidianos, el autor nos revela que el proceso de escritura fue un viaje de observación profunda, imaginación y juego poético. "No solo traté de describir los objetos, también de reinventarlos, de dotarlos de emociones y de una voz propia", explica. Destaca que la adivinanza se convirtió en un recurso esencial en esta obra, al no revelar de inmediato el sujeto del poema, sino construir imágenes y sensaciones para que el lector descubriera por sí mismo la identidad del objeto.

La poesía como resistencia contra el olvido

En cuanto a la preocupación por la justicia social que se percibe en algunas de sus frases célebres, el poeta segoviano aclara que sobre la justicia ha escrito muchas frases, pero no muchos poemas. Menciona su frase más conocida: "La injusticia del silencio es esa justicia a la que asentimos sabiendo que es injusta", la cual pone en evidencia cómo la falta de acción puede consolidar la injusticia.

"No siempre es necesario cometer un acto injusto para ser partícipe de él; a veces, basta con permanecer en silencio y no cuestionarlo. Al asentir ante una justicia defectuosa, sin señalar sus errores, terminamos validando su existencia y perpetuándola", reflexiona Dedi.

Con respecto al compromiso de la poesía con las cuestiones sociales, considera que "la poesía puede, debe ser y es en muchas ocasiones comprometida con las cuestiones sociales pero también puede, debe ser y es una expresión de sentimientos amorosos, una exploración de misterios o simplemente un juego con el lenguaje".

Sobre el papel de la poesía en la preservación de la memoria colectiva en tiempos de aceleración constante, Dedi reflexiona a partir de su frase "el olvido es una pena que no se llora", la cual encapsula esa sensación de pérdida silenciosa, de aquello que desaparece sin que nos demos cuenta.

"En tiempos donde la información se consume y se descarta con rapidez, la poesía nos invita a detenernos, a recordar y a valorar lo que nos ha construido. Es un acto de resistencia contra el olvido, una forma de asegurar que las experiencias, las luchas y los sentimientos no desaparezcan sin dejar huella", sostiene el autor.

Finalmente, al pedirle un consejo para los jóvenes poetas de la comarca nordeste de Segovia después de más de cuatro décadas dedicado a la literatura, Rafael de Dios García les dice que "la poesía es, ante todo, un acto de autenticidad. Escribir no es solo un ejercicio técnico, sino una búsqueda personal, una manera de descubrir la propia voz y de darle forma a las emociones y pensamientos que nos habitan".