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Globos de la Copa Gordon Bennett 2024 cruzan el cielo de nuestra comarca
La 67ª edición de la Copa Gordon Bennett, la competición de globos de gas más antigua y prestigiosa del mundo, ha dejado su huella en el cielo de nuestra comarca. Aunque difíciles de divisar debido a su gran altura, varios de los 21 globos participantes han sido detectados cruzando el espacio aéreo sobre la comarca nordeste de Segovia, entre otros puntos de la penísula.
La carrera, que dio inicio el pasado sábado 14 de septiembre de 2024 en la ciudad alemana de Münster, cerca de la frontera con los Países Bajos, ha reunido a equipos de aeronautas de todo el mundo. Los globos, que vuelan a altitudes entre 1.500 y 1.800 metros, se desplazan a velocidades que rondan los 50 kilómetros por hora, haciendo que su avistamiento sea un desafío para los observadores en tierra.
Inaugurada en 1906 por el magnate estadounidense James Gordon Bennett Jr., esta competición tiene como objetivo promover el vuelo de globos de gas. Los equipos compiten por recorrer la mayor distancia posible sin aterrizar, partiendo de un punto en Europa y cruzando fronteras internacionales.
Lo que hace única a esta competición es su peculiar formato: el ganador es aquel globo que logre permanecer en el aire durante más tiempo y recorrer la mayor distancia antes de tocar tierra. Esta característica convierte a la Copa Gordon Bennett en una verdadera prueba de resistencia y estrategia para los pilotos participantes.
Aunque los globos son difíciles de ver a simple vista debido a su altitud, los sistemas de seguimiento y control de tráfico aéreo han confirmado el paso de varios participantes por el espacio aéreo español. Algunos aficionados y entusiastas de la aeronáutica, equipados con prismáticos y telescopios, han logrado divisar estos puntos blancos atravesando el cielo, despertando la curiosidad de quienes conocen la competición.
La Copa Gordon Bennett continúa desafiando los límites de la aerostación y fascinando tanto a participantes como a seguidores. Los equipos deben enfrentarse no solo a los caprichos del viento, sino también a la gestión de sus recursos limitados de gas y lastre en una prueba que puede durar varios días.
Este paso casi invisible pero significativo de los globos por España marca un hito más en la historia de esta legendaria competición, recordándonos la continua búsqueda del ser humano por conquistar los cielos y superar sus propios límites.