Marya S. Morato: una directora del Nordeste

¿Cómo vinculas esta tierra y tu trabajo, Marya?

Aunque ahora vivo en Madrid, parte de mi familia es de Fresno de Cantespino y la otra mitad de Santa Marta, así que suelo venir con mucha frecuencia. Estoy vinculada a esta tierra y es algo que sale a relucir en mi trabajo. Creo que es un sentir generalizado que, para los que no tenemos la suerte de vivir habitualmente en el pueblo, el pueblo es estar a gusto, puesto que nos han traído nuestros abuelos de pequeños. Eso hace que esté vinculado a los recuerdos de la niñez, al ocio y el tiempo libre, también al verano. Además de esto, también intento captar en mi trabajo, el cómo las tradiciones se pierden porque nuestros abuelos se hacen mayores y se llevan esa sabiduría con ellos. Pienso que, si no lo recoge alguien, se perderá; creo que estamos bien concienciados de ello en mi generación.

Sin embargo, generacionalmente se entiende y se siente la tradición como algo diferente. ¿Cómo se manifiesta este hecho en tu trabajo?

Para mí hacer una foto o un vídeo es algo muy fácil. Todo el mundo puede hacerlo. Sin embargo, el arte está en que esa foto mande un mensaje. Intento unir lo tradicional y la vanguardia, el cambio y el dinamismo. Por ejemplo, si voy de caza, por mucho que no comparta el hecho de cazar, si que me gusta hacer fotos y que me aporte la estética tradicional que busco en mi fotografía. Por ejemplo, a un perro cogiendo un jabalí, lo cual es precioso, intento aportarle una nueva visión modernizada, por ejemplo, usando gran angular, flash… Intento unir los nuevos tiempos y la tradición. Con mi fotografía intento enseñar una parte del mundo que existe, pero que siempre ha estado olvidada y desplazada, que no interesaba. Vivimos en unos tiempos donde me parece que tenemos la oportunidad de usar las redes sociales para mostrar qué somos y qué hacemos en el medio rural.

También abanderas un poco la perspectiva de quien vive a medio camino entre dos mundos.

Me encantaría vivir aquí y trabajar de lo mío. Pero ahora mismo pues tengo que estar trabajando en mis proyectos para conseguirlo. Al final también uno quiere volver donde se siente feliz. Aunque reconozco que no para todos es así, ya que a veces para determinados colectivos la vida en el pueblo puede ser algo dura, como por ejemplo para las personas homosexuales. Por eso es importante recibir la tradición, pero también saber gestionarla y entregarle algo mejor a quiénes vendrán después de nosotros. Preservar las tradiciones no puede significar persistir en oprimir a otros. Pensar que no existe la gente la gente oprimida aquí, también es falso. Pero creo que se está trabajando para que haya cambios en ese sentido.

Además de vivir a medio camino entre lo rural y lo urbano, tu fotografía también es una ventana a la perspectiva femenina en este entorno.

En fotografía no hay trabajo aquí, pero no hay trabajo para nadie. En eso alcanzamos la igualdad, pero la vida en el pueblo es muy de hombres. Al final pues tienes que buscarte tu sitio, luchar por tu movida. Siendo mujer observas determinados detalles que subyacen en la escena que en una primera impresión son casi imperceptibles. Aunque hay roles de género, lo cual es evidente, tengo la impresión de que aquí, como nos conocemos entre todos, a priori esto se disipa un poco más.

Y volviendo a tu trabajo más reciente, has comenzado ahora como directora en ‘Pitch-in’. Cuéntanos un poco al respecto.

Dirigí un capítulo de esta serie y puedo decir que ha quedado muy guay. El argumento en sí es una locura. Lo que han hecho con esta miniserie es hacer un ‘pitch’, que es cuando intentas vender la idea de algo a una productora para que te lo financien. Han decidido vender la serie completa, pero en vez de con un tráiler, con una miniserie. Y la idea central de la miniserie va, a su misma vez, de unas chicas que intentan vender su idea a una gran productora, pero las productoras intentan cambiar su idea. Para mí, en el trasfondo es un poco como un canto a la libertad de creación y en favor de luchar por tus ideas hasta el final. En cuanto al capítulo que dirijo tiene la particularidad de que reúne una gran cantidad con una gran cantidad de referencias, como por ejemplo ‘Euforia’. El capítulo que yo dirijo en concreto, tiene la particularidad de reunir a un gran número de personajes en un espacio muy pequeño, en una tienda de comics. El guion incluía una pequeña “pelea” entre los actores, pero que no tenían formación en pelea escénica, así que propuse la idea de grabarla al estilo ‘anime’, además de la incorporación de mucha escena en 2D, como en los postcréditos. Creo que ha sido un toque original y personal.

¿Y dónde podremos ver esta miniserie?

Pues aún se está trabajando en ello. Ahora mismo están presentando la miniserie en Argentina, después de haber tenido un panel en Iberseries en Madrid. La verdad que lo están moviendo fantásticamente.

Alguno de los trabajos que ha realizado Marya S. Morato como fotógrafa: