Desarrollo rural
Servicios impagables
En concreto se refieren a asuntos tan vitales como generar agua limpia y aire para respirar, favorecer la recirculación de los recursos presentes en nuestros desechos, la producción de alimentos incluyendo la necesidad de polinizadores, o la mitigación de los efectos nocivos que provoca el cambio climático.
La ciencia lleva décadas discutiendo sobre ellos, pero el término se comenzó a popularizar en 2005 cuando la ONU lo formalizó a través de la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio. El informe, llevado a cabo por más de un millar de científicos de todo el mundo, se refiere a los entornos naturales como “sistemas de soporte vital” que proporcionan “servicios ecosistémicos” esenciales para la vida.
Es un elenco largo y complejo que no valoramos en su justa medida porque el medioambiente nos los proporciona sin hacer nada: la polinización de las plantas, la obtención de madera, la captura de carbono, el aire limpio que respiramos. Son aspectos de la vida en los que no reparamos hasta que desaparecen o alguien nos cobra por ellos. Y es que, a medida que empeora la situación de los ecosistemas, empeoran también las condiciones de vida del ser humano. De ahí que cada vez tengamos más problemas para conseguir agua o energía. Como podéis imaginar, las tensiones geopolíticas que esto provoca tampoco están al margen.
El Nordeste de Segovia es un buen ejemplo de una región especialmente rica en la provisión de estos servicios ya que, gracias al buen estado de su entorno natural, pone a disposición de sus habitantes, y del resto de la población, servicios esenciales para la vida. Durante cientos de años, esta región ha mantenido su biodiversidad y la salud de sus ecosistemas gracias a la interacción de una población que ha cuidado los bosques, que ha mantenido los caminos, cultivado la tierra y atendido al ganado entre otras muchas actividades.
Dentro de la Unión Europea, España es uno de los países que goza de una mayor superficie protegida -casi un 25 %- mediante figuras como parques nacionales, parques naturales o geoparques. Buena parte de ellos conforman una red básica de conservación integrada en la Unión Europea y que conocemos como red Natura 2000.
Desafortunadamente, la gente que ha sido clave en el mantenimiento de esta biodiversidad y de sus servicios ecosistémicos no ha dejado de migrar a los grandes núcleos urbanos. Puede resultar paradójico, pero resulta difícil entender la conservación de estas regiones ya casi vacías, sin atender al factor de cambio más imponte en ellas: la despoblación. Resulta crítico abordar medidas para atraer población al territorio que garantice su conservación y esta panoplia de servicios.
Sin una ordenación real del territorio y la mejora de servicios básicos como la sanidad o el transporte no habrá forma de revertir este goteo de gente.
El abandono también provoca que la obtención de los recursos quede en manos de empresas que, en muchas ocasiones, los explotan de manera insostenible. Es lo que ocurre por ejemplo con la instalación de macrogranjas, que no solo no dan trabajo de calidad sino que provocan daños ambientales irreparables, como la contaminación de los acuíferos que se traduce en la pérdida de un recurso imprescindible, el agua.
Ser conscientes del valor que supone vivir rodeados de un entorno natural en buen estado es el primer paso para defenderlo. Que la población local reciba parte de los beneficios que genera a nivel global y participe en su gobernanza debería ser el segundo.
Esta es una sección que cada mes escriben para El Nordeste de Segovia los autores del libro La salud planetaria, los ecólogos Fernando Valladares y Adrián Escudero y la periodista ambiental Xiomara Cantera, y que pretende explicar la importancia que tiene para nuestra supervivencia y bienestar lo que le hacemos al planeta y a su biodiversidad. Es un intento por acercar la investigación científica a la gente y aportar ideas que mejoren nuestra vida. Porque ¿qué sentido tiene generar conocimiento si se queda guardado en un cajón? Si tienes propuestas o temas de los que quieras hablar no dudes en escribir tu aportación a