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Ayllón tuvo presencia en la Muestra de Teatro Aficionado en el Juan Bravo de Segovia
¿Qué obra habéis presentado?
Participamos desde hace dos años. El año pasado presentamos ‘Remamos’ y este año le toca el turno a ‘Cambalache’. La obra de este año tiene un punto de musical, por el componente de coreografías y bailes que puede encontrar el espectador. Es la historia de un circo venido a menos que para seguir actuando debe esforzarse duramente. Es una especie de demostración de un ensayo y las historias que van ocurriendo durante el mismo. Esta representación va en sintonía un poco con el propio mensaje que quiere trasladar la compañía. Sin embargo, cada año se nos dificulta más participar en esta muestra, y tendremos que analizar nuestra participación para el año próximo.
¿Por qué?
Indudablemente, representar en el Teatro Juan Bravo significa utilizar unas instalaciones “de primera división”. A todos los participantes de la compañía les hace especial ilusión y es uno de los eventos más esperados por todos. No todos los días puedes trabajar con cinco técnicos y todos los servicios posibles, pero tenemos una metodología de trabajo que nos dificulta nuestra aparición. No somos una compañía que trabaje de forma anual. Comenzamos a preparar nuestra representación aproximadamente en noviembre y solemos representar en Navidad y un poco después de ella. Una vez que terminamos esta representación, cerramos nuestra “temporada”. La Muestra de Teatro de Diputación es sólo una representación en noviembre, que nos obliga a preparar una representación de comienzos de 2023, durante la preparación de nuestra obra para 2024. Un esfuerzo brutal. Es decir, ‘Cambalache’, que fue la obra que representamos entre diciembre de 2022 y febrero de 2023, la hemos tenido que recuperar y volver a prepararla para representarla casi un año después, en la muestra de noviembre de este año. Pero en estas fechas nuestra compañía ya está trabajando en la siguiente, ‘Pobres’, que se estrenará posiblemente a comienzos de enero. Y no sólo eso, para nosotros es muy difícil tener que desplazarnos casi cien kilómetros, en una compañía de veinte personas de las cuales quince son menores de edad, sumado al atrezo necesario para la escenografía.
Además, tengo entendido que la forma de trabajar es un poco singular respecto a las representaciones de otras compañías de la Muestra de Diputación.
En primer lugar, uno de los factores es que trabajamos de forma intergeneracional, desde los ocho a los sesenta y ocho años. Creo que, en este sentido, la Compañía de Teatro de Ayllón, al trabajar con diferentes generaciones, otorga un valor añadido a lo que hacemos que sobrepasa la propia obra. Se convierte en un núcleo de colaboración intergeneracional, ayuda a establecer relaciones sociales entre personas que por su edad tan diferente en principio no tendría una relación tan fluida. En otro orden de cosas creo que aportamos algo diferencial que es que, mientras que la mayoría de compañías presentan obras de artistas consagrados, nosotros llevamos obras propias. Tanto ‘Remamos’, ‘Cambalache’ o ‘Pobres’ son obras propias, adaptadas a las necesidades y recursos de la compañía.
