Un lugar llamado sonrisa

Se acaba el mes de abril, y con él dejamos atrás uno de los eventos más importantes que tienen lugar en la localidad de Sepúlveda en primavera, el maravillosos Festival de Humor en la Calle “Corderitititito”. Los días 19, 20, y 21 de abril Sepúlveda se engalanó para celebrar un festival en el que las risas estaban aseguradas y en el que reír no ha sido una obligación, pero sí un privilegio y un regalo.
Nuevamente la Asociación Corderitititito demostró que en el mundo rural es posible hacer cosas bonitas si se pone corazón, aunque lo cierto es que también hay que poner mucho trabajo, esfuerzo y tiempo. Un tiempo que los que conforman la asociación dedican para conseguir el más preciado de los tesoros, regalar sonrisas y conseguir que pequeños y mayores descubran un arte que es capaz de hacer bailar, soñar, imaginar, sonrojarse e incluso llorar de risa.
Numerosas han sido las actuaciones que desde el viernes atrajeron a sepulvedanos y visitantes, vecinos de los pueblos cercanos y amantes del humor procedentes de lugares lejanos, unas actuaciones destinadas a los diferentes públicos para hacer de este fin de semana del humor un fin de semana de todos para todos.
El buen tiempo y el buen ambiente han caminado de la mano estos días en los que el festival ha querido, este año, hacer un homenaje a Los Payasos de la Tele. Un homenaje que nos ha trasportado a nuestra niñez y que nos ha recordado que el humor vive más dentro de nosotros de lo que pensamos y que todos podemos disfrutar con este sensacional evento.
Por todo ello, por todos esos momentos, por recordarnos la importancia de sonreír a carcajadas y hacernos reír, quiero dedicar mi primer escrito digital a ellos, a la Asociación Corderitititito por creer que en los lugares pequeños también se pueden hacer cosas grandes, pero más importante, por seguir creyendo que los pueblos son sinónimo de cultura y que eventos de estas características tienen como fantástico escenario el mundo rural.
Sonrisa, ese ha sido el dibujo más repetido en los rostros de las gentes que estos días han llenado las calles de Sepúlveda, unas sonrisas que quedarán por siempre grabadas, y que de vez en cuando volverán a hacer acto de presencia para recordar lo vivido y para recordar un festival que un año más ha sido un éxito.
Mayo se divisa ya en el calendario, nuevos eventos, tradiciones y festividades llenarán de cultura y vida las calles de Sepúlveda en los próximos meses, pero tengo una cosa clara: en esa diversidad de colores que pintan nuestro calendario anual, el amarillo se ha convertido en protagonista entre la primera luna llena de la primavera y la última, un amarillo que nos recuerda que el Festival de Humor en la calle “Corderitititito” ha venido para quedarse y recordarnos que la risa, la sonrisa y la carcajada son patrimonio de todos.