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Vecinos de Tanarro denuncian el abandono municipal tras años sin calles asfaltadas
Los habitantes de Tanarro, una pequeña pedanía situada a 9 kilómetros de Sepúlveda, han alzado nuevamente su voz para denunciar lo que consideran un abandono institucional que se extiende por años. La localidad, que cuenta con 36 casas habilitadas pero sólo una familia empadronada, es el único núcleo poblacional de toda la provincia que aún mantiene sus calles sin asfaltar.
La situación alcanzó un punto crítico recientemente cuando una ambulancia que debía atender a un vecino enfermo no pudo acceder al pueblo debido al mal estado de las vías. "Pagamos un IBI muy elevado, pero los servicios son prácticamente nulos", declaró Blanca López, presidenta de la asociación de vecinos de Tanarro.
Francisco y Daniela, residentes de la localidad, deben recorrer una pista de tierra cada día para llegar a su vivienda, según muestran las imágenes tomadas a la entrada de su casa por la fotógrafa Alba Vigaray.
Por su parte, el Ayuntamiento de Sepúlveda justifica la falta de intervención alegando restricciones presupuestarias, mientras que los vecinos insisten en que existen mecanismos para solicitar ayudas a otras administraciones que podrían financiar las obras necesarias.
El Procurador del Común de Castilla y León ya se ha pronunciado sobre el caso, señalando la obligatoriedad de realizar el asfaltado de las calles como un servicio básico que debe ser garantizado. Según recoge la resolución, se trata de un servicio público "de prestación obligatoria municipal, también denominado tradicionalmente servicios mínimos, tal y como señala el artículo 26.1 a) de la Ley 7/1985 de 2 de abril, de Bases de Régimen Local (LBRL)".
En el expediente, el Procurador recuerda que si el Ayuntamiento no puede cumplir con sus obligaciones por falta de ingresos económicos, puede solicitar ayuda a la Diputación provincial o, en última instancia, a la Junta de Castilla y León. La resolución es tajante: "Las competencias de las administraciones locales respecto de la prestación de los servicios públicos no son de ejercicio facultativo para la entidad local, sino obligatorio, y las competencias atribuidas por la LBRL son irrenunciables y deben ser ejercidas por los órganos que las tienen expresamente atribuidas".
El panadero que acude diariamente a la localidad para suministrar este producto básico también ha expresado su malestar por las dificultades que encuentra para realizar su trabajo debido al estado de los accesos.
La denuncia de los vecinos va más allá del asfaltado. Señalan que todas las pedanías de Sepúlveda continúan con tuberías de amianto, material potencialmente peligroso, a pesar de existir subvenciones específicas para su sustitución. La localidad también alberga una ermita templaria que se anega en invierno y que cobijó durante ocho siglos la pintura más antigua del Prado.
"Es muy complicado mantener pobladas las zonas rurales si no se las dota de servicios básicos", concluyen los afectados, que ven en esta situación un ejemplo más de la difícil lucha contra la despoblación que afecta a numerosos municipios de la España rural.
