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José Manuel Merino, en su despacho de ACD Montaña Palentina, en Cervera de Pisuerga. Gran conocedor del territorio en el que actúa, está siempre al pie del cañón y es más sencillo encontrarle en aquellos lugares donde se está desarrollando la acción, implicándose y siendo parte activa, que entre los papeles de su oficina.
José Manuel Merino, en su despacho de ACD Montaña Palentina, en Cervera de Pisuerga. Gran conocedor del territorio en el que actúa, está siempre al pie del cañón y es más sencillo encontrarle en aquellos lugares donde se está desarrollando la acción, implicándose y siendo parte activa, que entre los papeles de su oficina.

Desarrollo rural

"Los grupos de acción local conocemos mejor que nadie las necesidades de nuestros territorios"

Comprometido con el medio rural y luchador incansable, José Manuel Merino es el gerente de ACD Montaña Palentina desde hace más de 30 años. Por si fuera poco, desde hace tres ostenta también la presidencia de Huebra Iniciativas Rurales, la red de grupos de Desarrollo Rural de Castilla y León.

Natural de Alar del Rey, es maestro de formación, aunque derroteros laborales y el profundo convencimiento de que los territorios rurales merecen una oportunidad le llevaron a trabajar como gerente de ACD Montaña Palentina, un grupo de acción local con ámbito de actuación en un espacio que abarca 19 términos municipales y una población de algo más de 25.000 habitantes en una superficie de 1.706,07 Km², lo que supone una densidad media de población del 14,76 hab/km².
En el año 2020 fue nombrado presidente de HUEBRA Iniciativas Rurales, una entidad sin ánimo de lucro que se constituyó en el año 1993 para impulsar y favorecer el desarrollo rural sostenible de cada uno de los territorios y comarcas en los que actúan grupos de desarrollo rural (entre los que se encuentra CODINSE), coordinando las acciones de agentes económicos, socioculturales y las entidades locales que intervienen luchando por la dinamización de estas zonas y la repoblación de las mismas.
El pasado 31 de octubre acudió a Valladolid para la firma de los convenios entre la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León y los 44 grupos de acción local (GAL) para la ejecución del Programa Leader en la Comunidad de Castilla y León para el periodo 2023-2027. En su discurso ante los allí presentes, no faltaron palabras de agradecimiento al Consejero, Gerardo Dueñas Merino, y a la Directora General de Industria y Cadena Agroalimentaria, María José González Garrachón, por su apoyo y confianza a lo largo de todos estos años.
Por contra, José Manuel también es crítico con el actual reparto de fondos. Asegura que siendo éste el momento en que más dinero hay, es también cuando menos asignación económica se ha adjudicado a los grupos de acción local; algo que resulta incomprensible, o cuanto menos contradictorio, ya que ahora es cuando más fondos tienen las Administraciones y es el momento de general empleo e ilusión en las zonas rurales. Sin embargo, no está siendo así. Se mantiene el mismo nivel, pero los tiempos han cambiado. La inflación ha subido, sin ir más lejos, dice. Los grupos de acción local queremos ser la herramienta que gestione los fondos Leader. A lo largo de todos estos años de trayectoria hemos demostrado ser no sólo eficaces, sino que somos quienes mejor conocemos nuestros territorios y las necesidades de nuestros pueblos, de nuestras tierras y nuestros habitantes.
Manuel participó, junto a María del Mar Martín, gerente de CODINSE, y Eugenio Rojo, del grupo de acción local Valladolid Norte, en el European Leader Congress el pasado mes de diciembre en Bruselas, cuyo objetivo era abordar las incertidumbres que se plantean en la aplicación del nuevo programa Leader para el periodo 2024-2027; incertidumbres que pueden verse agravadas con las elecciones europeas el próximo mes de junio, y que pueden afectar no sólo a los grupos de acción local de España, sino al resto de los grupos en Europa.
Gran conocedor de todos los rincones de la Montaña Palentina, fue uno de los miembros que participó en la elaboración de la primera ordenación del turismo rural en Castilla y León, junto a compañeros de otros territorios tan comprometidos como él, y no sólo a nivel profesional. Para él, conocer de primera mano las necesidades de su tierra, seguir el día a día de las muchas juntas vecinales de su comarca (es incluso vocal de una de ellas), preocuparse de la gestión de los pastos y de los montes, y escuchar qué quieren los habitantes de los pueblos es algo que no se puede gestionar desde el sillón de un despacho, sino poniendo el pie cada mañana en esas tierras que luchan por sobrevivir y no tirar la toalla, porque como él mismo dice, sin pueblos no hay futuro.