El Nordeste de Segovia se suma a la manifestación por la reapertura del Directo Madrid-Burgos

La lucha por la reapertura de la línea ferroviaria directa Madrid-Burgos continúa. El pasado sábado 15 de noviembre, la Plaza Mayor de Burgos volvió a convertirse en el escenario de una multitudinaria manifestación organizada por SOCIBUR (Sociedad Civil Burgalesa), que desde hace ocho años —con la única interrupción de la pandemia— mantiene viva esta reivindicación todos los sábados.

En esta ocasión, el acto cobró especial relevancia al sumar el respaldo de colectivos de todos los territorios por donde transcurre la línea ferroviaria. El Nordeste de Segovia estuvo presente a través de CODINSE, que desplazó una representación de manifestantes hasta la capital castellana. Por su parte, la Sierra Norte de Madrid contó con la presencia del grupo de acción local GALSINMA, junto a fuerzas políticas y empresariales burgalesas.

Ventajas técnicas y económicas evidentes

Los organizadores expusieron las múltiples ventajas que supondría la reapertura frente a la actual línea que comunica Madrid con Burgos a través de Ávila y Valladolid. El Directo cuenta con una pendiente máxima del 1%, frente al 2% de la alternativa actual, dispone de mayores apartaderos y ahorra casi 100 kilómetros de recorrido.

Estos datos técnicos se traducen en beneficios económicos y medioambientales: menor consumo energético, descarbonización de la atmósfera y la potencial retirada de camiones de la saturada A-1, lo que redundaría en una disminución significativa de la contaminación y mejora de la seguridad vial.

Un eje vertebrador contra la despoblación

Los manifestantes reclaman la inclusión de esta línea dentro del Corredor Atlántico, al tratarse de la comunicación natural más directa entre el sur de España y la frontera francesa, atravesando la megaurbe madrileña y los territorios de su área de influencia.

La reapertura supondría un revulsivo necesario para promocionar la industria de Segovia y Burgos, así como para incrementar el tráfico de viajeros. Con horarios y paradas estratégicas, la línea facilitaría el asentamiento de población en unas comarcas gravemente afectadas por la despoblación, no solo en las tres provincias directamente implicadas, sino que se convertiría en el gran eje comunicativo ferroviario del centro de España.

Una decisión política que cumple 14 años

El cierre de la línea, hace ya 14 años, se produjo tras el hundimiento de un pequeño tramo del túnel de Somosierra. Lo que se anunció como una suspensión temporal se ha convertido en un cierre indefinido que muchos consideran una decisión exclusivamente política para convertir a Valladolid en el gran nodo de las comunicaciones ferroviarias entre el centro-sur y el norte de España.

Los organizadores hicieron un llamamiento a continuar concienciando a la población y a no cesar en la reivindicación. "Solo la presión popular y la razón que nos ampara conseguirán doblegar la tozudez gubernativa", señalaron desde SOCIBUR. "El paso de los años nos indica que la lucha debe continuar", concluyeron.