Ocio y cultura
La Capilla de la Vera Cruz de Maderuelo celebra cien años como Monumento Histórico
Del abandono a la preservación
Antes de su declaración en 1924, el edificio había servido como vivienda particular, almacén y hasta redil de ganado. El cambio de estatus marcó el inicio de una nueva etapa para este tesoro arquitectónico, aunque el verdadero punto de inflexión llegaría en 1947 con el traslado de sus pinturas al Museo del Prado, una decisión motivada tanto por la amenaza del expolio como por la inminente construcción del embalse de Linares.
"La defensa del patrimonio es una prioridad no solo para los poderes públicos y políticos, sino para toda la sociedad", declaró Alberto Hernando Martín, alcalde de Maderuelo, durante el acto conmemorativo.
Un rico legado histórico y artístico
Durante el acto, el historiador Javier Bravo Tanarro ofreció una perspectiva histórica reveladora. "La riqueza artística de la Vera Cruz no puede entenderse sin conocer la compleja evolución histórica de Maderuelo", explicó Bravo Tanarro, quien destacó la importancia del enclave desde la época de los arévacos. "Este territorio ha sido testigo del paso de diversas civilizaciones, desde los romanos hasta los árabes, pasando por los visigodos, cada una dejando su huella en la configuración de la Extremadura Castellana", añadió el historiador.
Las pinturas murales de la Vera Cruz, contemporáneas a las de San Miguel de Gormaz y San Baudelio de Berlanga, representan uno de los conjuntos pictóricos altomedievales mejor conservados de España. El edificio, de origen visigótico, cobró especial relevancia durante la Reconquista al custodiar una reliquia de la cruz de Cristo y quedar bajo la protección de los caballeros templarios.
Carlos Tejedor Barrios, restaurador de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, presentó durante la celebración el innovador proceso de reproducción de las pinturas, que permite a los visitantes contemplar réplicas de alta calidad en la propia ermita.
El acto concluyó con una reflexión sobre la despoblación rural, un desafío que enfrenta la comarca. "Hasta una ruina puede ser una esperanza", señaló el alcalde, enfatizando la necesidad de ver el patrimonio como una oportunidad de desarrollo futuro para la región.
