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La opinión de nuestros lectores

Se nos fue un gran hombre: Pepe

Cartas de nuestros lectores: Elena Victoria Polo Valle 

Se nos fue un gran hombre; un hombre que ha marcado historia en Riaza. Un hombre querido por todos, amado por todos. Un hombre sensible, humilde, callado y educado. Así el pueblo de Riaza lo siente. Se nos fue PEPE.

Pepe era el dueño de uno de los bares que se encuentra en Riaza en plena Plaza Mayor, y más conocido por la gente del pueblo y por los turistas. Hombre de muchos amigos y muy querido entre todos.

Antes de irse me contó muchas anécdotas vividas en su pueblo de Riaza. De cómo comenzó a trabajar en el mundo del transporte. Me contaba que empezó con un pequeño camión a traer mercancías y género desde otros lugares, llevando estos productos a las tiendas que en su día había en Riaza.20250514 185538 001

Las tiendas de entonces dependían de Miguel y Pepe, que les traían género para poder vender, pues antes no había los medios de transporte que hay ahora, y no todos disponían de vehículos para ir a comprar. Fueron unos de los primeros que empezaron a recorrer carreteras para poder traer mercancías y hacer transportes. Así como su hermano "PITO", que con cariño se le conoce aquí en Riaza, fue el primer taxista de la zona para llevar y recoger gente que no disponía de un medio de transporte.

Su mujer Marina, a quien tanto amaba y quería, me decía que si no fuera por ella no hubiera sido feliz, porque ella le dio todo el amor y cariño, le dio la fuerza para seguir luchando y era más que su mujer, su compañera de vida. Le dio dos hijos a los que amaba profundamente y se encontraba orgulloso de ellos. "Mis hijos son maravillosos y muy buenas personas", me decía. Yo le contestaba: "Claro, teniendo unos padres tan educados y activos, sus hijos han recibido una gran lección de ellos".

Luego arrendó este pequeño bar donde ya pasó todos estos años cara al público: "LA FONDA", conocido por todos. Allí le veíamos cada día sentado en su rincón, observando, hablando con los que se le acercaban, riendo, compañero de sus trabajadores. Allí estaba Pepe, con su mirada dulce y callado, pero cuando te acercabas a él te daba un saludo, te hablaba, te compartía. Era especial. Ayudó a mucha gente y era muy cercano al pueblo. Así era nuestro Pepe.

Así que por ello le queremos decir, allá donde esté: "GRACIAS PEPE POR ESTAR SIEMPRE AHÍ".