En las tierras castellanas, donde el tiempo parece detenerse entre valles y montañas, se alza un testimonio de dolor y amor por un pueblo que languidece en el olvido administrativo. Esta voz poética surge desde las entrañas de Santibáñez, un rincón del Nordeste donde cada piedra cuenta una historia de lo que fue y ya no es, donde cada vecino guarda en su memoria el recuerdo de tiempos mejores. María Lourdes García de Santibáñez plasma en sus versos el sentir colectivo de una comunidad que, pese al abandono institucional, mantiene vivo el orgullo por su tierra y la esperanza de ser escuchada. Sus palabras son más que una queja; son un grito de amor por las raíces, una declaración de identidad y una llamada de atención sobre la España vaciada que se resiste a desaparecer.
POESÍA A MI PUEBLO , SANTIBÁÑEZ
Santibáñez es mi pueblo
y el de mis antepasados,
en otro tiempo tenías de todo
y ahora por todos olvidado.
Situado en un valle,
regado por el Aguisejo,
no tiene casas bonitas
ni de rancio abolengo;
pero tiene una ribera
que admira el mundo entero.
Pasear por sus alrededores,
escuchar el sonido del agua,
los trinos de los pájaros,
el ulular del viento...
transmite paz y serenidad
y momentos de felicidad.
En otro tiempo tuvimos:
maestros , sacerdote , médico,
veterinario, farmacia, panadería...
y ahora falta lo elemental de cada día.
Lo que había lo quitan ,
o no lo cuidan ni restauran,
y el paso del tiempo lo deteriora.
Se ve que los pocos vecinos
no tenemos derecho a vivir
como el resto de humanos.
Han desaparecido puentes ,
pilones , fuentes , plaza y calles inaccesibles...y ¿ a quién recurrimos?
Comunidad de Castilla y León
te deriva al Ayuntamiento ,
haces escritos y sugerencias,
tratas de ponerte en contacto
con la Sra. Alcaldesa pero ni caso.
YO ADORO MI PUEBLO,
MI PUEBLO SEGOVIANO
Y ALARDEO DE ÉL
POR TODOS LOS LUGARES QUE PASO.