Reportajes
Especial Elecciones Europeas junio 2024
Un Parlamento para dominarlos a todos
La adhesión a la Unión Europea obliga a la adopción en los reglamentos nacionales de las leyes que apruebe el Parlamento Europeo, incluso cuando éstas contradigan las reglamentaciones nacionales. El Europarlamento, por lo tanto, es la máxima autoridad política para los países de la Unión Europea. En total lo conforman 705 diputados que se reparten desigualmente entre los 27 países que integran la UE según su población, siendo seis el mínimo de diputados por país. España es la cuarta nación que más aporta con 61, detrás de Alemania (96), Francia (81) e Italia (76).
La elección de los diputados varía respecto a otras elecciones españolas dejando de utilizarse las circunscripciones provinciales en favor de la circunscripción nacional. Esto que a priori no nos dice demasiado supone varios cambios: en primer lugar, cada partido presenta una sola lista en todo el país y los escaños europeos se reparten según el porcentaje de voto en todo el territorio. Esto genera que haya una mayor posibilidad de que partidos minoritarios obtengan representación, pues sus votos no son desechados en circunscripciones con pocos diputados. Además, los votantes perciben estas elecciones como “poco importantes”, emitiendo votos a opciones más radicales o con menos probabilidad de ganar. Como ejemplo, tanto Ciudadanos como Podemos consiguieron representación electoral a nivel nacional por primera vez en las elecciones europeas de 2014.
El dinero mueve el mundo y también a la UE
Los eurodiputados son quienes eligen a la Comisión Europea, que es el “gobierno” del Parlamento Europeo. También determinan los presupuestos europeos (junto con el Consejo Europeo, una institución formada por los jefes de gobierno de los países europeos). Si bien los presupuestos de la UE para 2024 ya fueron aprobados en noviembre, los del 2025 estarán influenciados por la nueva composición del Parlamento Europeo. Indirectamente por su peso en la Comisión Europea, también influirán las elecciones nacionales que se celebrarán durante el 2024 en cinco países miembros que aportan hasta 77 diputados, representando aproximadamente el 11% de los diputados europeos. La composición del Europarlamento determinará el modelo de la Unión ya que, en palabras del expresidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, “los presupuestos no son meros ejercicios contables; guardan relación con prioridades y ambiciones. Plasman en cifras el futuro al que aspiramos. Por ello debemos debatir en primer lugar sobre la Europa que queremos”.
¿Cómo se organizan los partidos en el Parlamento Europeo?
Los partidos nacionales forman parte de grandes familias europeas. Actualmente con representación europarlamentaria hay siete. Encontramos a S&D, socialistas y progresistas que integran al PSOE. El PPE del que forma parte el PP y oscilan en tendencias liberales y democristianos. GUE-NGL son las siglas que aglutinan a los diputados eurocomunistas, social-reformistas y algunos grupos ecologistas, del que forman parte Podemos, Bildu y SUMAR. Sin embargo, el partido verde europeo tiene entidad propia siendo Los Verdes/ALE, con ideología ecosocialista. Esta familia europea integra a partidos minoritarios ecologistas de España, e incluye a regionalistas como ERC, BNG o Chunta Aragonesista. RENEW es un partido socioliberal, europeísta, que actualmente en España representa Ciudadanos. ECR es el partido europeo del que forma parte VOX, con tendencias liberal-conservadores, democristianos y social-conservadores, con una fuerte vinculación con la OTAN, aspecto que los diferencia fundamentalmente de IDP que no tiene partidos vinculados en España. Esta última familia europea representa al nacionalismo, la derecha popular, los partidos identitarios, el conservadurismo social y el euroescepticismo, integrándolos los partidos de Marine Le Pen, Salvini o AfDP en Alemania.
Soldados ucranianos de la 57ª Brigada recogen los restos de pólvora en su posición de combate, en la zona de Kupiansk, el pasado 27 de noviembre.DIEGO HERRERA CARCEDO / ANADOLU VIA GETTY IMAGES
Geopolítica y elecciones europeas
Si durante el primer cuarto de siglo las relaciones de poder entre países habían quedado parcialmente inmóviles, las transformaciones sociopolíticas se suceden brutal y aceleradamente en los últimos tiempos. Atiende muchos frentes una Europa cuya forma de atajarlos se cuestiona internamente, con perspectivas muy diferentes en cada familia política del Europarlamento.
Estas elecciones en el Parlamento Europeo serán vitales para determinar el grado de implicación de la Unión Europea en el conflicto ucraniano, donde los ucranianos desde diciembre dejaron de contar con la financiación de los Estados Unidos, quiénes decidieron invertir su dinero en el control fronterizo mexicano, un asunto más próximo y urgente para el Senado americano, cuya percepción es que Ucrania no podrá hacer frente a los envites rusos durante mucho más tiempo. Por parte del Europarlamento se han aprobado doce paquetes de sanciones contra Rusia, pero el apoyo no es unánime. Las voces discordantes aumentan, como también aumentan las tensiones en torno a la colaboración de los países miembros con China. El país asiático mantiene una guerra comercial con los Estados Unidos que afecta a los posicionamientos europeos. Los partidos gobernantes en países vinculados con los Estados Unidos encuentran en China un rival socioeconómico, mientras que generalmente los partidos de oposición y otros partidos con menor implicación con los americanos suelen tender puentes a China como un posible socio estratégico, que además se gana el favor de países enteros comprando y controlando puertos europeos, de los que, como ejemplo, posee el 100% del puerto griego del Pireo, cuatro puertos franceses (entre ellos Marsella) y en España ostentan la propiedad del 51% del puerto de Valencia y otro tanto importante de Bilbao.
El político español Josep Borrell, Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, responsabilidad política similar a un "ministro de Asuntos Exteriores europeo". | Agencia EFE
Por otro lado, actualmente el “Ministro de Exteriores” europeo Josep Borrell aboga por la consolidación de un estado palestino que cohabite con Israel, mientras que los partidos de derechas suelen tender a una interpretación más relajada de los acuerdos internacionales vinculantes que lo respaldan. Pero la cotidianeidad de la vida europea podría verse afectada de forma indirecta por este “lejano” conflicto, pues el apoyo incondicionalmente de los EEUU a Israel parece arrastrar a Europa. Israel sirve como base para la salvaguarda de los intereses americanos en Oriente Medio. Sin embargo, los palestinos cuentan con la solidaridad de muchos países de mayoría islámica, predominantes en la región. Uno de los bandos combatientes en la Guerra Civil de Yemen (iniciada en 2015), los Hutíes, han mostrado su adhesión activa a la causa palestina. Precisamente los Hutíes controlan el golfo de Adén, territorio suroeste de la península arábiga que aunque no posee grandes recursos naturales es muy relevantes en términos geoestratégicos, pues es la entrada al Mar Rojo, que desemboca en el Canal de Suez, lugar obligado para el tránsito comercial asiático hasta Europa. Los Hutíes han establecido como estrategia el hostigamiento de los buques que marchan dirección Europa hasta el fin del genocidio palestino, llegando al medio centenar de ataques. Esto está originando que las navieras mercantiles estén cambiando sus rutas de entrada a Europa en un trayecto que suma 6.000 kilómetros adicionales atravesando por Sudáfrica. El tráfico por el Canal de Suez ha descendido desde entonces un 40%, aumentando el coste de los productos asiáticos y el coste de envío de los containeres desde Asia ha ascendido desde los 3.000€ a los 7.000€. De no cesar, el conflicto palestino provocará fuertes repercusiones para la inflación europea durante todo 2024. Quienes no acuciarán estas dinámicas serán casualmente los principales valedores de los israelíes, los americanos ya que su vía comercial con Asia viene del Pacífico.