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Terminar el año con buen pie
La Navidad es una época de tradiciones, como lo demuestra la cantidad de actividades que se repiten año tras año. Una de ellas es la de correr la San Silvestre, una carrera festiva en la que más y el que menos se calza sus zapatillas, ataviados en muchas ocasiones con disfraces o elementos decorativos en su cuerpo, para recorrer las calles a su ritmo. No importa que se esté en forma o no: lo que cuenta es participar y divertirse junto al resto de la gente.

El Nordeste de Segovia lleva celebrando distintas carreras en varias de sus localidades desde hace años, y parece que la cifra va en aumento, tanto en el número de pueblos que se suman como en las personas que deciden tomar parte en la misma.
Ayllón fue una de más madrugadoras: a las 11 y cuarto de la mañana comenzaba la competición para los más pequeños, para ir pasando por las distintas categorías hasta llegar a la de adultos, y cuya recaudación se destinó al equipo de fútbol local.

Sepúlveda, por su parte, dio el pistoletazo de salida a las 12 de la mañana, también con un carácter solidario, al igual que Riaza, cuya carrera se inició a las 5 de la tarde, a beneficio de la Cáritas de la parroquia de la localidad.
Carrascal del Río también se apuntó a organizar este evento deportivo, desde la 1 de la tarde, y en la que se repartió sidra y pastas para todos los corredores y resto de asistentes que animaron.
