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Comarca Nordeste de Segovia



A pesar del frío, Riaza contó con un público entregado en la celebración del Carnaval de adultos.
A pesar del frío, Riaza contó con un público entregado en la celebración del Carnaval de adultos.

Actualidad

El Carnaval tiñe de color la comarca

Varios pueblos del Nordeste de Segovia se lanzan a la calle para lucir sus disfraces a pesar de las inclemencias del tiempo.

Siempre ha habido pueblos que han tenido más tradición de celebrar el Carnaval que otros; sin embargo, lejos de ir en declive, parece que es una fiesta que se mantiene a flote, incluso que cada vez gana más adeptos.


Ayllón comenzó sus Carnavales con la celebración del jueves lardero, una tradición que sólo se mantiene en esta localidad en todo el Nordeste de Segovia, pero que en la vecina provincia soriana es todavía una práctica muy arraigada, y que se celebra el jueves anterior al martes de carnaval. Los ayllonenses tienen costumbre de subir a merendar a las bodegas y hacer una merienda a base de viandas cárnicas y dulces como el cagadillo de monja, simbolizando la época de Cuaresma que llega en la que la ingesta de carnes y grandes atracones estaban prohibidos. Además del desfile y concurso de disfraces del sábado 10 de febrero, se han realizado otras actividades como el taller de la sardina ese mismo día por la tarde, y una fiesta en el polideportivo el lunes siguiente, en la que no faltó una masterclass de zumba y un picoteo para los asistentes.


La villa de Riaza, a pesar del frío intenso con el que amaneció el día, pudo celebrar los Carnavales en la calle el sábado, en el que la charanga La Huevera de Cuéllar recorrió varios puntos del pueblo, para desembocar en la Plaza Mayor donde tuvo lugar el concurso de disfraces. Ya el domingo les tocó el turno a los más pequeños con la celebración del concurso infantil en el polideportivo de la localidad.


En Sepúlveda estas fechas tienen bastante arraigo, y aunque durante el fin de semana hay disfraces en la Plaza de España y un taller de máscaras para los más pequeños, el martes sigue celebrándose para todos los vecinos del pueblo y alrededores que quieren acercarse para celebrar una fecha que precede a la entrada de la época de Cuaresma.


Sea como fuere, las ganas de divertirse y pasarlo bien se han plasmado en la comarca desde el jueves 8 hasta el martes 13 de febrero, para dar paso al miércoles de ceniza y el comienzo de la Cuaresma, que precede a la celebración de la Semana Santa, en la que se vuelven a esperar más eventos que atraigan la atención de vecinos y visitantes.

Los jóvenes de Prádena han cumplido con la tradición este martes de Carnaval. Montados en cuatro burros y afinando su puntería han roto los botijos que colgaban de una soga en la Plaza Mayor de la localidad.
Los jóvenes de Prádena han cumplido con la tradición este martes de Carnaval. Montados en cuatro burros y afinando su puntería han roto los botijos que colgaban de una soga en la Plaza Mayor de la localidad.

Prádena vuelve a correr ‘los gallos’.
Cerca de una veintena de chicos de Prádena han corrido ‘los gallos’ en este martes de Carnaval. Montando en burro y disfrazados llegaban por grupos a la Plaza Mayor del municipio para romper a palazos los botijos, algunos de ellos llenos de pintura, que colgaban de una soga.
Este año desde el ayuntamiento se ha querido recuperar la participación de los burros en esta actividad, algo que no ocurría desde hace cuatro. En estas ocasiones los jóvenes han usado bicicletas.
Este martes han sido cuatro los burros a los que se han subido los jóvenes de Prádena para probar puntería ante los numerosos vecinos que disfrutaban de esta tradición como espectadores. Antes eran los quintos los encargados de demostrar su pericia, pero con el paso de los años se ha eliminado la edad de participación.
Se conoce como correr los gallos porque antiguamente en este día se utilizaban gallos vivos, algo impensable en la actualidad. Una de sus profesoras, Lorenza Panizo, propuso hace años que se cambiase a los animales por anillas y botijos, algo que secundaron todos los vecinos.
Es fundamental que este día se siga celebrando destacaba el alcalde, Ismael Masedo, porque es una de nuestras fechas marcadas en el calendario, al igual que la cencerrada por San Andrés o las candelas, que hace tan sólo unos días permitían a nuestros vecinos compartir cena alrededor de las numerosas hogueras que iluminaban la noche del pasado 2 de febrero.