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Polémica por una oferta laboral que refuerza estereotipos de género en el sector turístico
Una reciente oferta de empleo para gestionar un glamping en La Pinilla ha generado controversia en el sector turístico al establecer una clara división de tareas basada únicamente en el género de los candidatos, evidenciando que aún persisten prácticas discriminatorias en el mercado laboral español.
La oferta, publicada para cubrir puestos de gestión en un establecimiento de turismo rural, busca específicamente una "pareja" y asigna roles predeterminados según el género: al hombre se le reservan las tareas de mantenimiento, jardinería y gestión exterior, mientras que a la mujer se le asignan las labores de limpieza, orden y gestión de productos de limpieza.
Un paso atrás en la igualdad laboral
Esta segregación de tareas no solo contradice la legislación vigente en materia de igualdad laboral, sino que además perpetúa estereotipos que la sociedad moderna busca superar. "Este tipo de ofertas son anacrónicas y potencialmente discriminatorias", señalan expertos en derecho laboral, recordando que la Ley Orgánica 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres prohíbe expresamente la discriminación por razón de sexo en el acceso al empleo.
La modernización de esta oferta laboral requiere una restructuración integral que comience por eliminar el requisito de "pareja" y sustituirlo por la búsqueda de un equipo de dos personas cualificadas. Las responsabilidades laborales deberían presentarse como un conjunto unificado de tareas a distribuir según las capacidades y experiencia de los candidatos, sin prejuicios de género. El énfasis debe ponerse en las habilidades específicas requeridas para cada tarea, valorando aspectos como la capacidad de trabajo en equipo, la experiencia en gestión turística y el compromiso con la calidad del servicio. La flexibilidad en la distribución de responsabilidades no solo favorecería un ambiente laboral más equitativo, sino que también permitiría una gestión más eficiente del establecimiento.
Hacia un futuro más equitativo
El sector turístico, como otros sectores económicos, debe adaptarse a las demandas de una sociedad que aspira a la igualdad real. Las empresas tienen la responsabilidad de promover prácticas de contratación inclusivas que valoren el talento y las capacidades individuales por encima de cualquier consideración de género.
La polémica generada por esta oferta laboral puede servir como catalizador para un debate necesario sobre las prácticas de contratación en el sector turístico rural y la necesidad de actualizar políticas de recursos humanos para garantizar la igualdad de oportunidades.