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Nuestros pueblos al detalle: la ruta del color, Diputación de Segovia

Nuestros pueblos

La Ruta del Color: Un viaje cromático por la Sierra de Ayllón

En las estribaciones de la Sierra de Ayllón, el término municipal de Riaza alberga uno de los fenómenos naturales más singulares y desconocidos de la provincia de Segovia: la Ruta del Color. Un conjunto de pequeños núcleos de población que, en apenas unos kilómetros, ofrecen un mosaico de paisajes únicos marcados por las distintas formaciones geológicas de sus suelos.

La naturaleza ha sido la gran arquitecta de esta singular ruta, donde cada pueblo cuenta su historia a través del color de sus piedras. Los pueblos rojos, como Madriguera y Villacorta, deben su característica tonalidad a las piedras arcillosas y de origen volcánico que dominan el paisaje. A pocos kilómetros de distancia, los pueblos negros —Becerril, Serracín, El Muyo y El Negredo— muestran el protagonismo de la pizarra, que deja una estampa inconfundible en tejados y fachadas. Completando esta paleta natural, los pueblos amarillos como Alquité y Martín Muñoz de Ayllón lucen el dorado de la cuarcita.

Un paisaje forjado por la naturaleza

La diversidad geológica de la Sierra de Ayllón ha creado un fenómeno único en esta zona de Segovia. Las diferentes formaciones rocosas del suelo han dado lugar a pueblos que literalmente toman el color de la tierra que los sustenta. Así, encontramos pueblos rojos construidos con piedras arcillosas e incluso de origen volcánico, pueblos negros levantados con pizarra, y pueblos amarillos edificados con cuarcita.

Esta extraordinaria paleta cromática natural se puede reRuta color 1correr siguiendo la carretera SG-VIII, que conecta Riaza con Santibánez de Ayllón, en un viaje que combina naturaleza, historia y arquitectura tradicional de manera excepcional.

Los Pueblos Amarillos: El oro de la cuarcita

Alquité abre nuestro recorrido cromático con su distintivo color amarillo y blanco. Situado a 1.280 metros de altitud sobre una ladera, este pueblo de origen árabe (mencionado por primera vez en 1123 como Alchité) destaca por su iglesia de San Pedro, cuyo pórtico con tres magníficas arquivoltas constituye una joya del arte románico rural.

Martín Muñoz de Ayllón completa la gama amarilla de la ruta. Este pueblo tuvo una importancia histórica notable, ya que sus canteras de pizarra fueron utilizadas para obras tan emblemáticas como la cubierta del Palacio de la Granja y el suelo de la Catedral de Segovia. Su iglesia de San Martín de Tours rinde homenaje al patrono local y representa otro ejemplo del rico patrimonio religioso de la zona.

Los Pueblos Rojos: Tierra de hierro y tradición

La presencia de compuestos férricos en el sustrato de ciertas zonas de la Sierra de Ayllón ha dado origen a los pueblos rojos, construidos con tierra roja extraída de las arcillas y arenas de los alrededores.Ruta color 5

Villacorta, a 1.092 metros de altitud, presenta un conjunto arquitectónico notable centrado en su iglesia de Santa Catalina, que destaca por su pórtico románico y un extraordinario artesonado mudéjar del siglo XVI. El patrimonio de la localidad se completa con dos palomares tradicionales, un puente romano sobre el río Vadillo, un molino restaurado y la ermita de San Roque.

Madriguera conserva el testimonio de su pasado esplendor como centro comercial y de servicios de la zona. A 1.138 metros de altitud, este pueblo llegó a contar con 750 habitantes y disponía de ayuntamiento, casino y farmacia. Su iglesia de San Pedro, con su característica espadaña, y las preciosas balconadas de madera de sus casas evocan aquella época dorada. En los alrededores se pueden encontrar vestigios de una antigua mina de caolín y una fuente de aguas ferruginosas.

Los Pueblos Negros: La elegancia de la pizarra

Los pueblos negros de la Sierra de Ayllón representan quizás la imagen más característica y singular de toda la ruta. La utilización de la pizarra local en sus construcciones les confiere una arquitectura única en España.

Becerril, situado a 1.241 metros, alberga la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, una construcción románica con un ábside circular perfectamente conservado y una tabla románica de extraordinaria belleza. Los alrededores del pueblo conservan vestigios de antiguas minas de hierro y ampelita, así como una importante acebeda poblada de tejos, serbales y fresnos.

Ruta color 14Serracín se asienta sobre la ladera del monte Pizarral, a 1.230 metros de altitud. Aunque de su iglesia de la Natividad solo se conserva la espadaña, el pueblo mantiene todo su encanto tradicional. El cercano monte de Mingohierro guarda la memoria de dos antiguas minas de plata y una de carbón piedra.

El Muyo, documentado desde 1587, destaca por su iglesia de los Santos Mártires, que conserva en su interior una cruz procesional gótica de las llamadas 'degajos', cuya forma imita troncos de árbol en una original manifestación del arte medieval.

El Negredo cierra el recorrido de los pueblos negros con la iglesia de Nuestra Señora del Vallehermoso, de origen románico pero con un hermoso pórtico renacentista. Curiosamente, esta iglesia se encuentra alejada del núcleo urbano, mientras que la ermita de Nuestra Señora del Rosario se sitúa en el corazón del pueblo.

Este recorrido por las faldas y laderas de la Sierra de Ayllón nos recuerda que a menudo los tesoros más extraordinarios se encuentran en los lugares más inesperados. La Ruta del Color es una invitación a redescubrir la riqueza de nuestros pueblos y a valorar la extraordinaria diversidad que la naturaleza y la historia han tejido juntas en este rincón único de Castilla y León.