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Comarca Nordeste de Segovia



Alba de la Cruz García (izquierda) es de Sepúlveda, y se dedica a las artes escénicas como dramaturga. Jimena Merino Miranda (derecha), ayllonesa de nacimiento, desarrolla su faceta profesional principalmente en la rama de escultura e instalación.
Alba de la Cruz García (izquierda) es de Sepúlveda, y se dedica a las artes escénicas como dramaturga. Jimena Merino Miranda (derecha), ayllonesa de nacimiento, desarrolla su faceta profesional principalmente en la rama de escultura e instalación.

Reportajes

Mucho arte en la comarca

Tienen una sensibilidad especial, aunque todo se aprende, como ellas mismas dicen. Alba de la Cruz y Jimena Merino, las dos nacidas en el Nordeste de Segovia, han sido premiadas recientemente con la beca Arte Joven de la Junta de Castilla y León.

Ambas proceden de dos de los pueblos más bonitos de España. Casualidades de la vida, Alba, dramaturga y especialista en artes escénicas, pasó la niñez y adolescencia en Sepúlveda, una villa con gran tradición teatral. Jimena, por su parte, ha crecido entre las calles y las gentes de Ayllón, una localidad con gran legado artístico (ejemplo de ello es la beca que tiene desde hace muchos años con la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid y la existencia de un museo de arte contemporáneo).
Hoy, Alba y Jimena son ganadoras de una de las becas Arte Joven que otorga la Junta de Castilla y León. Con ellas hablamos sobre sus estudios y proyectos laborales, ilusiones e ideas de cara al futuro.


Hace un par de meses se publicaba el informe PISA sobre pensamiento creativo. En él se hablaba de que los jóvenes en Castilla y León eran líderes en este tema. ¿Creéis que el sistema educativo de nuestra comunidad está a la cabeza?
ALBA. – Yo estudié en la Casa de los Picos de Segovia, que es un gran espacio de formación a nivel artístico. Sólo entrar allí me abrió muchísimas puertas. Hay un gran nivel con grandes profesionales que te animan a seguir, a descubrir lo que quieres. En Valladolid llegué a la carrera sin saber mucho de teatro, y ahora puedo decir que sé bastante. Es abrir una biblioteca de conocimientos, pero por supuesto, tienes que tener curiosidad. Tengo un gran recuerdo de gente muy buena y que quiere permanecer en Castilla y León.


JIMENA. – Académicamente estoy contenta por lo que me toca, aunque yo haya tenido que irme fuera. Creo que hay mucho movimiento de asociaciones a nivel juvenil y nos reúne a los que estamos fuera. Los jóvenes queremos volver, hacer aquí cosas y crear red. Hasta ahora no se había visto tanto esa necesidad, queremos estar y volver a nuestras raíces, buscar la inspiración en nuestra tierra.


¿En qué punto estáis ahora a nivel laboral? Tenéis nuevos proyectos, a qué os gustaría dedicaros…
A .- Desde que finalicé mis estudios me han ido saliendo cosas. El año pasado trabajé en el Teatro Real de Madrid, en unas prácticas para Rigoletto, durante 2 meses. En Valladolid trabajé como directora de una obra; tuve un Erasmus prácticas en Roma 3 meses para ser técnico de luces y sonido para una obra. Volví en mayo y he ido haciendo pequeños trabajos, entre ellos uno de los vídeos de CODINSE para la aplicación NordesteGoSg. Ahora estoy viendo cómo lidiar con el tema económico a la hora de hacer cosas. Me apetece mucho escribir una obra sobre mi pueblo. Voy a montar una obra con una compañera de la escuela. Aquí tienes que saber un poco de todo si quieres vivir de esto. También quiero abordar el tema de la residencia artística en el LAVA o el Teatro Calderón de Valladolid. Es una ciudad con una oferta teatral increíble.


J. – Yo he terminado este año el máster de profesorado de cara a poder dar clases y ser profesora en el medio rural. Sí que es verdad que ahora creo que la docencia no es lo que busco de manera inmediata; ahora me gustaría moverme más artísticamente. El año que viene empiezo otro máster y me gustaría vivir del arte, montar un taller artesano tirando por el tema de la escultura y la instalación, que es tener en cuenta el espacio en el que se ambienta y ubica la obra y cómo se relaciona con el público. Vivir del arte es complicado en todos los sitios, pero lo veo un poco más factible ahora. En mi obra me sirvo mucho del medio rural, y asentarme en él va a favorecer mi producción artística. También hay que contemplar el tema de las becas en este mundo.

Alba de la Cruz García (23 años) estudió en su Sepúlveda natal hasta 4º de la ESO. Iba por la rama de ciencias por tradición familiar, pero se dio cuenta de que no era lo suyo. Marchó a estudiar bachillerato a Cantalejo y el primer año vio que no le gustaba. Aparecieron múltiples factores que le hicieron darse cuenta de que no quería vivir una vida impuesta. Se metió en el grupo de teatro de su pueblo y le enganchó. Empezó entonces los estudios de Bachillerato Artístico en Segovia, para seguir después Dirección Escénica y Dramaturgia en la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León, donde hizo las pruebas para la asignatura de teatro en 2º curso y la seleccionaron. Cuatro años después, es una de las ganadoras de la Beca Arte Joven de Castilla y León, que le ha abierto muchas puertas.
Alba de la Cruz García (23 años) estudió en su Sepúlveda natal hasta 4º de la ESO. Iba por la rama de ciencias por tradición familiar, pero se dio cuenta de que no era lo suyo. Marchó a estudiar bachillerato a Cantalejo y el primer año vio que no le gustaba. Aparecieron múltiples factores que le hicieron darse cuenta de que no quería vivir una vida impuesta. Se metió en el grupo de teatro de su pueblo y le enganchó. Empezó entonces los estudios de Bachillerato Artístico en Segovia, para seguir después Dirección Escénica y Dramaturgia en la Escuela Superior de Arte Dramático de Castilla y León, donde hizo las pruebas para la asignatura de teatro en 2º curso y la seleccionaron. Cuatro años después, es una de las ganadoras de la Beca Arte Joven de Castilla y León, que le ha abierto muchas puertas.

¿Por qué os presentasteis a la beca Arte Joven? ¿Qué ha supuesto para vosotras?
A.- Yo la eché en artes escénicas. Te dan una dotación económica, y también ver que vales y debes seguir este camino reconforta, porque surgen dudas. Mi proyecto era una obra feminista que habla de prostitución, que señala a España como uno de los mayores consumidores de prostitución y pornografía de Europa, y que fija al cliente y no a la prostituta como culpable. Me sorprendió mucho que la seleccionaran precisamente por la temática que abordaba. El hecho de que mi madre sea trabajadora social ha influido mucho en esta elección, hace que me sienta más cercana a los colectivos en riesgo de exclusión. Cuando hablamos de prostitución hablamos de un cliché, no humanizamos a la persona, y ahí radica el problema. Para mí esta obra ha sido todo un reto, porque ha despertado muchas conciencias y sentimientos entre las personas, les ha hecho sentir incómodos.


J.- La beca Arte Joven se convoca anualmente a principios de año. En mi caso ha sido un antes y un después. Decidí echarla porque no había nada que perder. Al comunicarme mi selección como finalista me cambió la mentalidad, pensando que lo que hacía podía tener sentido, sobre todo a nivel personal. Hay muchas variantes, yo la presenté en el apartado de "otras modalidades" (específica de escultura). En esta rama hay una exposición en el que se muestran las obras ganadoras por todas las provincias de Castilla y León, lo que es una gran oportunidad por la visibilidad que tiene. De hecho en la inauguración en Segovia el director del Museo Esteban Vicente me propuso que mi trabajo estuviese expuesta como obra invitada del mes y ya forma parte de La web del museo. Además, al ser seleccionada para esta beca la propia gente del pueblo se interesa más por lo que hago.


Centrémonos en el mundo rural: sus carencias y oportunidades, sobre todo para la juventud actual. ¿Qué panorama veis para la gente joven y el mundo laboral en los pueblos?
A.- Como teatrera, me tengo que mover todo el rato. Para vivir necesito tener más de un proyecto a la vez, y eso en mi pueblo lo veo difícil. Me gustaría llevar alguna obra en Sepúlveda, y no abandonar la temática rural, pero yo tengo que desplazarme de un lugar a otro. No descarto pasar temporadas para poder reflexionar, escribir… pero tengo que viajar por sitios conocidos y otros que no he visitado para poder crecer y sacar inspiración.


J.- La verdad es que es complicado. Mi proyección a futuro pasa por las becas que tengo de aquí a seis meses, profesionalmente hablando. Sigo viviendo de alquiler, lo cual es una pésima manera de poder ahorrar. Sí que es verdad que volver al pueblo lo veo como una buena oportunidad, pero muy utópica: no hay casas, ni terreno edificable, o los precios son desorbitados…. Hay muchas ganas de volver al medio rural pero no es tan factible. Los recursos son escasos, sobre todo en los más pequeños, que tienden a la desaparición o ser absorbidos por otros más grandes. Ojalá pudiera volver y pronto.

FOTOS: @alicia.glez

Jimena Merino Miranda tiene 22 años y ha nacido en Ayllón. Se fue a Madrid con 15 a estudiar Bachillerato de Artes tras finalizar en el IES y luego realizó el Grado en Bellas Artes. Allí nació el impulso de fijarse en su propio pueblo, “cuando eres joven crees que en el pueblo no hay nada”, dice. Estéticamente le empezó a parecer muy interesante, fijándose en tradiciones, música y folclore, aunque ahora se fija más en el presente. “Me gusta ver cómo se relaciona la gente con su entorno. Abordo mucho el tema de la despoblación. De hecho, la obra que presenté al certamen iba se ese tema, a base de capas de las construcciones retratada en moldes”. También hizo la beca de Campus Rural en Ayllón, en el museo de arte contemporáneo, donde organizó dos exposiciones.
Jimena Merino Miranda tiene 22 años y ha nacido en Ayllón. Se fue a Madrid con 15 a estudiar Bachillerato de Artes tras finalizar en el IES y luego realizó el Grado en Bellas Artes. Allí nació el impulso de fijarse en su propio pueblo, “cuando eres joven crees que en el pueblo no hay nada”, dice. Estéticamente le empezó a parecer muy interesante, fijándose en tradiciones, música y folclore, aunque ahora se fija más en el presente. “Me gusta ver cómo se relaciona la gente con su entorno. Abordo mucho el tema de la despoblación. De hecho, la obra que presenté al certamen iba se ese tema, a base de capas de las construcciones retratada en moldes”. También hizo la beca de Campus Rural en Ayllón, en el museo de arte contemporáneo, donde organizó dos exposiciones.