Reportajes
JULIA: El proyecto que teje redes de apoyo entre mujeres rurales de Castilla y León
En los pequeños pueblos de Castilla y León, donde el silencio y la soledad a menudo son compañeros inseparables, un proyecto innovador está cambiando la vida de cientos de mujeres. Se llama JULIA, y desde 2018 ha conseguido tejer una red invisible pero poderosa de apoyo entre mujeres rurales, prestando especial atención a aquellas que enfrentan problemas de salud mental.
"JULIA representa oportunidades", afirma Elena Briongos, Presidenta de la Federación de Salud Mental de Castilla y León y una de las impulsoras del proyecto. Briongos conoce de primera mano la realidad de estas mujeres: ella misma vive en un pequeño pueblo burgalés y ha experimentado los desafíos de la salud mental en el entorno rural.
DATOS CLAVE
- 360 mujeres beneficiadas
- 54 talleres realizados
- 64 profesionales formadas
- Presente en poblaciones de menos de 10.000 habitantes
- 81% de las participantes han sufrido algún tipo de violencia
En la provincia de Segovia, la Asociación Amanecer – Salud Mental Segovia, con más de tres décadas de experiencia en el campo de la salud mental, es la encargada de implementar este transformador proyecto. "Para mí, como facilitadora, este proyecto es mucho más que un espacio de aprendizaje; es un verdadero proceso de transformación", comparte Virginia Andrés, Educadora de la asociación. "Ver cómo mujeres que no se conocían entre sí llegan al primer taller y, poco a poco, empiezan a apoyarse, compartir sus historias y crecer juntas, es simplemente maravilloso".
El proyecto, que ya ha beneficiado a más de 360 mujeres a través de 54 talleres, nació tras un revelador estudio realizado en 2017. La investigación arrojó datos preocupantes: el 81% de las mujeres entrevistadas habían sufrido algún tipo de violencia en su entorno familiar, y muchas experimentaban dificultades con su autoestima y autopercepción.
JULIA, cuyas letras forman un itinerario de empoderamiento (Juntas, Únicas, Libres, Independientes y Activas), opera en poblaciones de menos de 10.000 habitantes. A través de talleres semanales de dos horas y media, las participantes comparten experiencias, aprenden juntas y, sobre todo, rompen el aislamiento que tanto caracteriza al medio rural.
"Lo que más me impresiona es cómo el proyecto les permite redescubrirse, fortalecerse y darse cuenta de que tienen una red de apoyo, incluso en entornos rurales donde el aislamiento puede ser tan común", explica Virginia. "Estas mujeres no solo trabajan en su propio empoderamiento, sino que también se convierten en una fuente de inspiración para quienes las rodean".
"No podemos relajarnos a la hora de incrementar todas las ayudas necesarias a una parte de la población mucho más vulnerable como son esas mujeres con problemas de salud mental residentes del medio rural", insiste Briongos, quien destaca la necesidad de un apoyo económico estable para garantizar la continuidad del proyecto.
La iniciativa ha recibido numerosos reconocimientos, incluyendo una Mención especial en el Premio Nacional de Discapacidad Reina Letizia en 2023, el Premio CERMI.ES en 2020, y el Premio Meninas de la Delegación del Gobierno en Castilla y León en 2021, entre otros. Sin embargo, para sus organizadoras, el verdadero premio es ver cómo las "JULIAs" -como se conoce cariñosamente a las participantes- van recuperando su autonomía y fortaleza.
El proyecto incluye además encuentros anuales llamados "JULIA sigue tejiendo", donde las participantes de diferentes ediciones pueden reunirse y fortalecer esos lazos de sororidad que el proyecto ha ayudado a crear. También forma a profesionales en perspectiva de género y metodología grupal, habiendo capacitado ya a 64 facilitadoras.
"Como profesional, ha sido un privilegio formar parte de este viaje, y como persona, me llevo el aprendizaje constante de las mujeres con las que trabajo", concluye la educadora de Asociación Amanecer – Salud Mental Segovia. "Verlas crecer me motiva a seguir impulsando iniciativas como esta".
La historia de JULIA es la historia de la transformación silenciosa pero profunda que está ocurriendo en el medio rural castellanoleonés. Es un recordatorio de que, incluso en los lugares más apartados, la fuerza de la comunidad y el apoyo mutuo pueden ser poderosas herramientas de cambio.