La educación pública en el nordeste de Segovia: desafíos y esperanzas al inicio del curso escolar

El tañido de las campanas escolares marca el inicio de un nuevo curso en el nordeste de Segovia, una comarca que, a pesar de su rica historia y belleza natural, enfrenta significativos desafíos en el ámbito educativo. Este reportaje examina la situación actual de la escuela pública en la comarca, revelando tanto las dificultades como los esfuerzos por superarlas.

Una red educativa diversa en el corazón rural

La provincia de Segovia cuenta con 129 centros educativos no universitarios, y el nordeste de la provincia alberga una red educativa más extensa de lo que podría parecer a primera vista. La comarca cuenta con centros educativos distribuidos estratégicamente en varias localidades: Ayllón, Riaza, Boceguillas, Sepúlveda, Prádena, San Pedro de Gaillos, Campo de San Pedro, Sebúlcor y Cerezo de Abajo.

Esta distribución de centros educativos refleja un esfuerzo consciente por mantener viva la educación en el medio rural, acercando las aulas a las comunidades dispersas y luchando contra la despoblación. Cada uno de estos centros se ha convertido en un bastión educativo, sirviendo como faro de esperanza para las comunidades rurales circundantes.

Alumnado y tendencias

El curso pasado, estos centros acogieron a un total de 584 alumnos y alumnas, una cifra que refleja la importancia vital de mantener una red educativa robusta en la comarca. Arancha García Nogales, directora del colegio de Boceguillas, ofrece una perspectiva sobre la situación actual: "Este año se mantiene el número de alumnos, lo cual es una buena noticia. Sin embargo, nuestra máxima preocupación es la falta de trabajo e infraestructuras de asentamiento en el mundo rural, lo que provoca un vaivén en el número de alumnos en función del trabajo de sus padres". Esta fluctuación en la matrícula, a pesar de la amplia red de centros, refleja la realidad económica y plantea desafíos únicos para la planificación educativa a largo plazo.

Esfuerzos y logros: una visión desde dentro

A pesar de los desafíos, García Nogales destaca los aspectos positivos: "Estamos orgullosos de la oferta educativa de nuestro centro gracias a los programas y financiación europea que nos permiten avanzar en resultados académicos y mejorar la imagen de los centros públicos".

Esta declaración subraya la importancia de la colaboración internacional y el acceso a recursos adicionales para fortalecer la educación rural. Los programas europeos no solo están mejorando los resultados académicos, sino que también están ayudando a cambiar la percepción de las escuelas rurales, presentándolas como centros de innovación y excelencia.

Voces desde las aulas: el testimonio de los padres y autoridades

Patricia Díez, madre de dos estudiantes en la localidad de Cerezo, comparte sus preocupaciones:"Me preocupa la constante rotación de profesores, lo que impide a los niños desarrollar un proyecto educativo estable y a largo plazo. Cada año hay que empezar de cero casi todo", lamenta Díez.

Cristina, madre de dos niñas, refuerza esta preocupación y añade nuevas perspectivas:"Me preocupa la movilidad del personal, que los profesionales que llegan no puedan mantenerse en el proyecto varios años por los movimientos de listas y los niños y niñas tengan que cambiar de referente cada año. También que, tal y como está organizado el sistema, los profesionales no puedan solicitar específicamente destinos como las aulas unitarias, que requieren de una vocación profesional especial y metodología para trabajar el currículo educativo".

Desde la perspectiva de las autoridades locales, Margarita Pérez Petisco, Concejala de Educación, ofrece una visión amplia y multifacética de las necesidades educativas:"Como Concejala de Educación me preocupa principalmente que se asegure la igualdad en cuanto al acceso de recursos y que nuestros niños no se vean perjudicados por pertenecer a una escuela rural. En esto incluyo el apoyo que los niños con cualquier tipo de discapacidad necesiten, es primordial garantizarlo", afirma Pérez Petisco, subrayando la importancia de la inclusión y la igualdad de oportunidades en el entorno rural.

Además, la concejala expande su visión sobre la oferta educativa: "Valoro positivamente el esfuerzo que hace la Diputación organizando actividades deportivas y de ocio preventivo para los niños y niñas, pero me gustaría que tanto Diputación como la Junta de Castilla y León pusiesen el foco también en materias como los idiomas o la música para que desde pequeños pudieran desarrollar o descubrir otras capacidades."

Pérez Petisco enfatiza la importancia de una educación integral y competitiva: "Siendo consciente de lo relevante que es para su futuro hablar inglés, por ejemplo, y que cuanto antes empiecen, mejor, considero importante que se ofrezca también formación en esta área. Es una manera de no dejar atrás a los niños y niñas de los pueblos."

Estas declaraciones subrayan la necesidad de no solo mantener las escuelas abiertas y accesibles para todos, incluidos aquellos con necesidades especiales, sino también de enriquecer su oferta educativa para igualar las oportunidades de los estudiantes rurales con sus contrapartes urbanas. La visión de Pérez Petisco aboga por un enfoque holístico que combine la igualdad de acceso, el apoyo a la diversidad, y la ampliación de oportunidades educativas en áreas clave como idiomas y artes.

Más allá del aula: desafíos en las actividades extraescolares y participación familiar

La educación no se limita al horario escolar, y en este aspecto, el nordeste de Segovia también enfrenta obstáculos. "La falta de oferta de actividades extraescolares asequibles que en ocasiones solo se ofertan en la cabecera del CRA limita la participación de muchos niños que no disponen de transporte o no pueden pagar que vayan a su localidad. El caso de las extraescolares de inglés, por ejemplo", explica Patricia Díez.

Cristina añade otra capa a esta problemática: "También me preocupa la poca participación de las familias en el contexto escolar y las dificultades que muchas de ellas tienen para acceder a la información por la dificultad con el idioma".

La brecha digital

En una era donde la tecnología es fundamental para la educación, muchas escuelas de la comarca luchan por mantenerse al día. "En Cerezo llevamos ya años esperando ordenadores funcionales para nuestros niños y niñas", revela Patricia Díez, evidenciando una brecha digital que amenaza con dejar atrás a los estudiantes rurales.

A pesar de estas dificultades, los programas de financiación europea mencionados más arriba están ayudando a cerrar esta brecha, proporcionando recursos tecnológicos y mejorando la infraestructura digital de las escuelas.

Un futuro por escribir

Al iniciar este nuevo curso escolar, el nordeste de Segovia se encuentra en una encrucijada educativa. Los desafíos son reales y apremiantes, pero también lo son los logros y la determinación de su comunidad.

La estabilidad en el número de alumnos este año es una señal positiva, pero como señalan tanto la directora García Nogales como la concejala Pérez Petisco, se necesita más que mantener las puertas abiertas. La falta de infraestructuras y oportunidades laborales en la zona sigue siendo un obstáculo para el crecimiento sostenible, y la necesidad de enriquecer la oferta educativa con idiomas, música y otras actividades es crucial para el desarrollo integral de los estudiantes.

Los programas de financiación europea están marcando una diferencia significativa, mejorando tanto los resultados académicos como la percepción de las escuelas rurales. Sin embargo, es necesario que las autoridades locales y regionales amplíen su enfoque para incluir una gama más amplia de oportunidades educativas.

La educación pública en esta comarca no es solo una cuestión de aprendizaje, sino de supervivencia y futuro. El camino por delante es largo, pero con el esfuerzo conjunto de autoridades, educadores, padres y estudiantes, y el apoyo continuo de programas internacionales, el nordeste de Segovia tiene la oportunidad de convertir sus escuelas en un modelo de resiliencia y excelencia rural.

Mientras las aulas vuelven a llenarse de voces jóvenes, las preguntas persisten: ¿Podrá la educación ser el ancla que frene la despoblación y revitalice esta comarca? ¿Se logrará la verdadera inclusión y el apoyo necesario para todos los estudiantes? ¿Se encontrarán soluciones para la estabilidad del profesorado y la participación de las familias? Solo el tiempo y el compromiso colectivo lo dirán, pero los primeros pasos hacia un futuro educativo más brillante y diverso ya se están dando.