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Castroserna de Arriba y Castroserna de Abajo: dos pueblos hermanos unidos por historia, patrimonio y tradición

En el estrecho valle del río San Juan, flanqueadas por cortados calizos y bosques de sabinas centenarias, se asientan Castroserna de Arriba y Castroserna de Abajo, dos localidades que comparten mucho más que un topónimo. Ambas pedanías de Prádena conservan un rico patrimonio histórico, arquitectónico y natural que las convierte en enclaves singulares del nordeste segoviano, donde la historia medieval se entrelaza con tradiciones que perviven hasta nuestros días.

Estas dos pedanías de Prádena, separadas por apenas tres kilómetros en el valle del río San Juan, comparten origen etimológico, pasado señorial y celebraciones festivas que mantienen vivo el vínculo entre ambas comunidades

El topónimo Castroserna tiene su origen en la unión de dos vocablos latinos que revelan el pasado de estos territorios. "Castro", derivado del latín castrum (campamento o castillo), hace referencia a fortificaciones que existieron en la zona, mientras que "serna", procedente de senara, alude a porciones de tierra dedicadas a la agricultura. Esta denominación no es casual: en el término de Castroserna de Abajo se han localizado yacimientos arqueológicos con materiales del Neolítico y de la Edad del Bronce, testimonio de una ocupación humana que se remonta a la prehistoria.

Castroserna de Arriba: el antiguo Castro Serna de Suso

La historia documentada de Castroserna de Arriba se remonta a 1247, cuando aparece citada como "Castro Serna de Suso" en un documento del archivo de la Catedral de Segovia. Por aquel entonces, la localidad rentaba al canónigo Sancius Iohannis seis maravedís y tres sueldos y medio. En la zona existió un castillo cuyos campos labraban los vasallos para su señor, el marqués de Castroserna.

El devenir histórico de ambas localidades quedó marcado en 1559, cuando Felipe II las separó del concejo sepulvedano para vendérselas, junto con Ventosilla y Tejadilla, a don Gaspar López de Durango. El señorío pasó posteriormente a la familia Basurto, que en 1698 creó el marquesado de Castroserna, que perduró hasta 1811. De este pasado nobiliario dan fe las ruinas del palacio de los marqueses de Castroserna y condes de Adanero que aún se conservan en Castroserna de Arriba, con su escudo heráldico presente por todo el pueblo.castrosernaarriba3

Patrimonio arquitectónico único

La joya arquitectónica de Castroserna de Arriba es la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, obra románica del siglo XIII. Destaca especialmente su bella portada policromada, con arquivoltas muy variadas y arcos polilobulados de inspiración musulmana, posiblemente realizados por alarifes mudéjares que trabajaban en tierras segovianas en esa época. A las afueras del pueblo se encuentra la ermita de San Roque, punto de encuentro tradicional de las localidades vecinas.

Las casas de Castroserna de Arriba se distribuyen de forma irregular, con una arquitectura sólida de piedra caliza en cuyas fachadas es común ver la decoración con el típico esgrafiado de la zona.

Castroserna de Abajo: entre el río y los buitres

Situada en un recodo del valle, a 4,5 kilómetros de Prádena, Castroserna de Abajo se caracteriza por su entorno natural privilegiado. Las paredes calizas que rodean el pueblo acogen a numerosas parejas de buitres leonados y algún alimoche, aprovechando las cavidades naturales que en tiempos prehistóricos sirvieron de refugio y que hasta hace no mucho utilizaban los pastores de la zona para guardar el ganado.

La Cueva Labrada y la "tebaida segoviana"Castroserna de Abajo 014

A un kilómetro del pueblo, junto a la ermita de los Remedios y en un paraje regado por el río San Juan, se localiza la conocida como Cueva Labrada, utilizada hasta épocas recientes como aprisco. Los estudiosos piensan que anteriormente pudo ser una ermita rupestre, en torno a la cual se observan otras muchas cuevas que posiblemente sirvieron como lauras para monjes alto medievales que llevaron una vida eremítica en este apartado rincón, convirtiendo el lugar en una auténtica "tebaida segoviana".

La iglesia de San Miguel Arcángel y la Virgen milagrosa

La iglesia parroquial de Castroserna de Abajo, dedicada a San Miguel Arcángel, se alza en una de las partes más altas del pueblo, rodeada por una estrecha calle parapetada con un muro sobre el que se levantan las cruces del Calvario. El templo conserva vestigios románicos notables: cinco arcos cegados de su antigua galería porticada y el arco triunfal de su cabecera. En su interior se pueden admirar tres retablos barrocos con buenas imágenes, destacando las de San Miguel y San Benito.

Pero sin duda, la protagonista del patrimonio religioso de Castroserna de Abajo es la Virgen de los Remedios, que se venera en su ermita a las afueras del pueblo. Según la leyenda recogida por el párroco Juan María de Lucas, en 1305 la Virgen se apareció a un niño pastor de Valleruela de Sepúlveda cerca de la Cueva Labrada, pidiéndole que buscase su imagen dentro de la cueva. La imagen, considerada milagrosa, ha sido motivo de disputas históricas entre Castroserna de Abajo y Valleruela de Sepúlveda por su propiedad. La ermita actual data de 1866, según consta en una inscripción sobre su puerta adintelada.

Un entorno natural de singular valor

Ambas localidades se benefician de un entorno privilegiado en el valle del río San Juan, que mana en las laderas de la Sierra de Guadarrama y riega todas las huertas del municipio antes de continuar su curso. El silencio que invade la zona, apenas perturbado por el canto de los pájaros y el vuelo de los buitres leonados, convierte este rincón en un refugio de paz.

En 2014 se constituyó en Castroserna de Abajo la primera Junta Gestora de Montes Proindiviso de la provincia de Segovia, denominada "Baldíos y Eriales de Arroyo de Valdehornos y los Llanos de Gallegos", que gestiona unas 120 hectáreas. En la parte sur destacan los bosques de encina, sabina y enebro, donde existe otra sociedad de propietarios del monte "La Mediana". Especial mención merecen cuatro sabinas centenarias que han sido declaradas por el Ayuntamiento de Castroserna de Abajo como "árboles singulares".

Tradiciones compartidas que unen a los dos pueblos

Una de las características más entrañables de estas localidades es cómo mantienen vivas tradiciones que las unen. El 16 de agosto, la fiesta de San Roque se celebra de manera conjunta entre Castroserna de Arriba, Castroserna de Abajo y Ventosilla, con misa, baile de jotas y paloteo en la ermita del santo. Por la tarde hay baile y vermú en la pradera, y cuando cae la noche la música se traslada al pueblo que, por turnos, organiza la celebración.

En Castroserna de Abajo, las fiestas más multitudinarias se celebran el último fin de semana de septiembre, dedicadas a San Miguel y a la Virgen de los Remedios. La romería de la Virgen resulta especialmente vistosa, con bailes y paloteo luciendo los trajes tradicionales. Curiosamente, el 25 de octubre, festividad de San Frutos, también sale en procesión la Virgen de los Remedios, ya que en el municipio no hay imagen de este santo patrón de Segovia.

Por su parte, Castroserna de Arriba celebra sus fiestas patronales en honor a Nuestra Señora del Rosario y de la Esperanza el primer fin de semana de octubre.

Un patrimonio vivo que pervive

Castroserna de Arriba y Castroserna de Abajo son el ejemplo perfecto de cómo la historia, el patrimonio y las tradiciones pueden seguir vivos en los pequeños pueblos del medio rural. Estas dos localidades, unidas por un río, un pasado común y unas fiestas compartidas, mantienen su identidad propia mientras conservan los lazos que las hermanan desde hace siglos, ofreciendo al visitante un viaje en el tiempo por la historia del nordeste segoviano.